martes, 9 de agosto de 2016

Un invierno en la playa.

Hola queridos cinéfilos, aquí me hallo de nuevo para recomendaros otra película para ver una noche al fresquito. La recomendación de hoy tiene por título Un invierno en la playa y trata sobre una familia compuesta por un padre y sus dos hijos, pero realmente no está enfocada en la vida en común de estos, sino que se centra en sus vidas personales, creando tramas en paralelo.
El padre, Will, es un escritor medianamente famoso que ha publicado ya varios libros, pero la separación de su mujer le obsesiona hasta el punto de espiarla junto a su nueva pareja.
La hija mayor, Samantha, (Lily Collins) sigue el ejemplo de su padre y va a publicar su primera novela. Es una chica directa, clara, pragmática y realista, rechaza el romanticismo pues no cree en el amor.
Rusty, el hermano menor, Nat Wolff, es un chico sensible, bastante introvertido y un romántico empedernido. Al igual que su padre y su hermana escribe, inspirado por su novelista preferido, Stephen King.
En definitiva, dejando a un lado el aspecto artístico, es un prototipo de familia desestructurada tras la separación de los padres, pero aunque hace dos años de esta, aún no se ha superado del todo. Sam se niega a hablar con su madre ya que la culpa del dolor de su padre, que la sigue esperando, llegando a colocar un cubierto en la mesa para ella en cada fecha señalada. Por su parte, Rusty, no termina de aceptar a la nueva pareja de su madre aunque hace todo lo posible por normalizar la situación.
Así pues, la historia comienza con Rusty en el instituto, observando a una chica de la que se ha enamorada y, por supuesto, está fuera de su alcance. Sobre las imágenes aparece escrito a mano: “Recuerdo que me dolía, contemplarla me dolía”.  Este hecho me llama poderosamente la atención, pues cuando hacen su primera aparición en pantalla su padre y su hermana también observamos una pequeña frase escrita, pero la tipografía es distinta, aparecen escritas a ordenador, de una manera más distante e impersonal.
De este modo, la historia de Rusty se centra en la chica, una buena chica a primera vista, que sale con un chico popular. El joven se decide a conquistarla impulsado por su padre a vivir experiencias que enriquezcan su vida, en algún sentido, pues como él mismo dice: “Un escritor es la suma de sus experiencias”.
NOMBRE, se ve embarcado en el proceso de pasar página, pero se muestra reticente a ello, ya que confía en el regreso de su ex mujer. Tanto ella, como sus hijos e incluso la mujer con la que tiene una aventura le recomiendan que rehaga su vida, pero no está seguro de querer hacerlo.
La línea de Sam comienza en fiestas donde conoce a chicos y se acuesta con ellos sin ninguna atadura ni sentimientos, hasta que un compañero de clase al que ella ni siquiera recuerda le invita a salir. Desde el principio la respuesta es “no”, pero Louis no está dispuesto a rendirse ante sus constantes negativas y su comportamiento arisco hacia él.
El film es, cuanto poco, interesante y entretenido, además muestra lo mucho que puede cambiar la vida de una persona en solo un año, e incluso la persona puede llegar a cambiar, en algunos aspectos.
También comentar un hecho que me sorprendió bastante, tratándose de una familia de artistas, se toma la sensibilidad como algo negativo, que te anega y te impide vivir plenamente. Siempre se ha considerado a los poetas y escritores en general gente cuya sensibilidad por encima de la media les permitía ver más allá e incluso acercarse a expresar lo inefable, pero también es cierto que la vida actual es bastante más activa y se tienen más en cuenta los hechos que los sentimientos.

En definitiva, os invito a pasar un año con los Borgens, a que celebréis sus victorias y compartáis sus dramas. Os encantarán.

miércoles, 3 de agosto de 2016

Midnight in Paris



 ¡Feliz agosto cinéfilos! ¿Las vacaciones bien? Espero que sí. Hoy os trigo una de mis películas preferidas: Midnight in Paris. Este film de Woody Allen está protagonizado por Owen Wilson y Rachel McAdams, una pareja que antes de su boda viajan a París junto a los padres de ella.
Él es un enamorado de la capital francesa, del amor y de lo romántico. Además es ambicioso, perfeccionista, creativo y bohemio. Sin embargo, vive en Beverly Hills escribiendo guiones para Hollywood. Por otra parte, ella, es conformista, se preocupa demasiado por las apariencias y las formas, lo que la lleva a desarrollar una doble personalidad, por decirlo de algún modo: encontramos a la Inés educada, sonriente, complaciente y casi perfecta que muestra al público, pero cuando está a solas con Gil se vuelve estricta, crítica e incluso cínica. Aparecen más personajes como son los padres de Inés, que consideran a Gil un escritorzuelo y piensan que su hija merece alguien mejor. No debemos olvidarnos de Paul, un amigo de ella que es un experto en todo y se regodea en su amplio conocimiento, aunque habrá un par de ocasiones en las que sea dejado en evidencia, para deleite de los espectadores que terminan por generar una cierta animadversión hacia el personaje.
En cuanto al argumento, este está centrado en los hechos extraordinarios que le suceden al protagonista una vez que han dado las doce de la noche, pues al subirse a un extraño coche aparece en el París de los años veinte, su época favorita. Allí conocerá a personajes extraordinarios entre los que destaca el escritor Earnest Hemingway. A raíz de este primer viaje al pasado, todas las noches Gil sale al encuentro de sus ídolos artísticos. Entre sus encuentros y aventuras conocerá a una bella parisina con quien tendrá una conexión sorprendentemente fuerte.
Cabe destacar los fascinantes paisajes y secuencias que maravillan al espectador con su belleza, endulzados con una banda sonora que recoge la más pura esencia parisina. Esta película supone llevar a la gran pantalla las palabras de Hemingway: “París es una fiesta móvil”, pues plasma la magia de la noche francesa en todo su esplendor, convierte a la ciudad de la luz en una fantasía.
Aparece también el término “complejo de la edad de oro” que es el que padecen aquellos que creen que su vida habría sido más feliz si hubiesen vivido en el pasado. Así pues, con este largometraje aprendemos que jamás estamos conformes con lo que tenemos. Gil desea vivir en los años 20 y se sorprende cuando ve que la gente de esa época no solo no comparte su opinión, sino que preferirían vivir a principios de siglo.
En resumen, es una película fundamentalmente romántica, pero en el sentido estricto de la palabra. ¿Qué hay más romántico que París bajo la lluvia, con sus pintores y escritores? Además aparece lo preferido de los románticos: lo imposible. Un señor con alma vieja enamorado de una chica de otro tiempo, demasiada distancia los separa, pero es suficiente como para intentarlo.
Para finalizar os dejo algunas de mis citas preferidas de la película (la mayoría corren por cuenta de Hemingway) y la recomendación de que la veáis si tenéis pensado viajar a Paris, o no. Vedla por el gusto de descubrir la magia y la vida que esconde la noche de la ciudad.
Au revoir mes cherries !

Citas:
“No escribirá bien si tiene miedo a morir”

“La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo mismo”