Hola queridos cinéfilos, aquí me hallo de nuevo para
recomendaros otra película para ver una noche al fresquito. La recomendación de
hoy tiene por título Un invierno en la
playa y trata sobre una familia compuesta por un padre y sus dos hijos,
pero realmente no está enfocada en la vida en común de estos, sino que se
centra en sus vidas personales, creando tramas en paralelo.
El padre, Will, es un escritor medianamente famoso que ha
publicado ya varios libros, pero la separación de su mujer le obsesiona hasta
el punto de espiarla junto a su nueva pareja.
La hija mayor, Samantha, (Lily Collins) sigue el ejemplo de
su padre y va a publicar su primera novela. Es una chica directa, clara,
pragmática y realista, rechaza el romanticismo pues no cree en el amor.
Rusty, el hermano menor, Nat Wolff, es un chico sensible,
bastante introvertido y un romántico empedernido. Al igual que su padre y su
hermana escribe, inspirado por su novelista preferido, Stephen King.
En definitiva, dejando a un lado el aspecto artístico, es un
prototipo de familia desestructurada tras la separación de los padres, pero
aunque hace dos años de esta, aún no se ha superado del todo. Sam se niega a
hablar con su madre ya que la culpa del dolor de su padre, que la sigue
esperando, llegando a colocar un cubierto en la mesa para ella en cada fecha
señalada. Por su parte, Rusty, no termina de aceptar a la nueva pareja de su
madre aunque hace todo lo posible por normalizar la situación.
Así pues, la historia comienza con Rusty en el instituto,
observando a una chica de la que se ha enamorada y, por supuesto, está fuera de
su alcance. Sobre las imágenes aparece escrito a mano: “Recuerdo que me dolía,
contemplarla me dolía”. Este hecho me
llama poderosamente la atención, pues cuando hacen su primera aparición en
pantalla su padre y su hermana también observamos una pequeña frase escrita,
pero la tipografía es distinta, aparecen escritas a ordenador, de una manera
más distante e impersonal.
De este modo, la historia de Rusty se centra en la chica,
una buena chica a primera vista, que sale con un chico popular. El joven se
decide a conquistarla impulsado por su padre a vivir experiencias que
enriquezcan su vida, en algún sentido, pues como él mismo dice: “Un escritor es
la suma de sus experiencias”.
NOMBRE, se ve embarcado en el proceso de pasar página, pero
se muestra reticente a ello, ya que confía en el regreso de su ex mujer. Tanto
ella, como sus hijos e incluso la mujer con la que tiene una aventura le
recomiendan que rehaga su vida, pero no está seguro de querer hacerlo.
La línea de Sam comienza en fiestas donde conoce a chicos y
se acuesta con ellos sin ninguna atadura ni sentimientos, hasta que un
compañero de clase al que ella ni siquiera recuerda le invita a salir. Desde el
principio la respuesta es “no”, pero Louis no está dispuesto a rendirse ante
sus constantes negativas y su comportamiento arisco hacia él.
El film es, cuanto poco, interesante y entretenido, además
muestra lo mucho que puede cambiar la vida de una persona en solo un año, e
incluso la persona puede llegar a cambiar, en algunos aspectos.
También comentar un hecho que me sorprendió bastante,
tratándose de una familia de artistas, se toma la sensibilidad como algo
negativo, que te anega y te impide vivir plenamente. Siempre se ha considerado
a los poetas y escritores en general gente cuya sensibilidad por encima de la
media les permitía ver más allá e incluso acercarse a expresar lo inefable,
pero también es cierto que la vida actual es bastante más activa y se tienen
más en cuenta los hechos que los sentimientos.
En definitiva, os invito a pasar un año con los Borgens, a
que celebréis sus victorias y compartáis sus dramas. Os encantarán.