¡Feliz agosto cinéfilos! ¿Las vacaciones bien? Espero que sí. Hoy os trigo una de mis películas preferidas: Midnight in Paris. Este film de Woody Allen está protagonizado por Owen Wilson y Rachel McAdams, una pareja que antes de su boda viajan a París junto a los padres de ella.
Él es un enamorado de la capital francesa, del amor y de lo
romántico. Además es ambicioso, perfeccionista, creativo y bohemio. Sin
embargo, vive en Beverly Hills escribiendo guiones para Hollywood. Por otra
parte, ella, es conformista, se preocupa demasiado por las apariencias y las
formas, lo que la lleva a desarrollar una doble personalidad, por decirlo de
algún modo: encontramos a la Inés educada, sonriente, complaciente y casi
perfecta que muestra al público, pero cuando está a solas con Gil se vuelve
estricta, crítica e incluso cínica. Aparecen más personajes como son los padres
de Inés, que consideran a Gil un escritorzuelo y piensan que su hija merece
alguien mejor. No debemos olvidarnos de Paul, un amigo de ella que es un
experto en todo y se regodea en su amplio conocimiento, aunque habrá un par de
ocasiones en las que sea dejado en evidencia, para deleite de los espectadores
que terminan por generar una cierta animadversión hacia el personaje.
En cuanto al argumento, este está centrado en los hechos
extraordinarios que le suceden al protagonista una vez que han dado las doce de
la noche, pues al subirse a un extraño coche aparece en el París de los años
veinte, su época favorita. Allí conocerá a personajes extraordinarios entre los
que destaca el escritor Earnest Hemingway. A raíz de este primer viaje al
pasado, todas las noches Gil sale al encuentro de sus ídolos artísticos. Entre
sus encuentros y aventuras conocerá a una bella parisina con quien tendrá una
conexión sorprendentemente fuerte.
Cabe destacar los fascinantes paisajes y secuencias que
maravillan al espectador con su belleza, endulzados con una banda sonora que
recoge la más pura esencia parisina. Esta película supone llevar a la gran
pantalla las palabras de Hemingway: “París es una fiesta móvil”, pues plasma la
magia de la noche francesa en todo su esplendor, convierte a la ciudad de la
luz en una fantasía.
Aparece también el término “complejo de la edad de oro” que
es el que padecen aquellos que creen que su vida habría sido más feliz si
hubiesen vivido en el pasado. Así pues, con este largometraje aprendemos que
jamás estamos conformes con lo que tenemos. Gil desea vivir en los años 20 y se
sorprende cuando ve que la gente de esa época no solo no comparte su opinión,
sino que preferirían vivir a principios de siglo.
En resumen, es una película fundamentalmente romántica, pero
en el sentido estricto de la palabra. ¿Qué hay más romántico que París bajo la
lluvia, con sus pintores y escritores? Además aparece lo preferido de los
románticos: lo imposible. Un señor con alma vieja enamorado de una chica de
otro tiempo, demasiada distancia los separa, pero es suficiente como para
intentarlo.
Para finalizar os dejo algunas de mis citas preferidas de la
película (la mayoría corren por cuenta de Hemingway) y la recomendación de que
la veáis si tenéis pensado viajar a Paris, o no. Vedla por el gusto de
descubrir la magia y la vida que esconde la noche de la ciudad.
Citas:
“No escribirá bien si tiene miedo a morir”
“La cobardía viene de no amar o no amar bien, que es lo
mismo”
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